La situación de recesión económica ha colocado a la logística en el primer plano de las actividades a cuidar con detalle en el habitual desarrollo operativo de cualquier grupo o compañía del sector de distribución comercial. Se intenta reducir costes y en los procesos de transporte y almacenaje se puede incidir especialmente para conseguir muchas mejoras que aporten rentabilidad a las empresas. Pero a todo ello, que ya se viene efectuando de forma creciente en los últimos años, se une precisamente ahora el acuciante problema de la escasez de crédito y liquidez, y la necesidad de ahorro. Con lo cual, los desembolsos e inversiones destinados a la división logística de las empresas de gran distribución se han visto últimamente recortados.
Una prueba de ello es que de los 40 proyectos de almacenes, ampliaciones y aperturas recopilados el Informe sobre el sector del pasado año, pasamos a los 30 que figuran en el presente Informe. Además, se da la circunstancia que las plataformas que últimamente se programan corresponden exclusivamente a planes propios de los grupos de distribución, que no incluyen en principio la colaboración externa de las empresas logísticas. Estos últimos, operadores especializados, están por su parte readaptando su oferta en precio y amplitud de servicios de valor añadido, con la sostenibilidad medioambiental como lema de futuro.
Además, la necesidad de contar con nuevas instalaciones de almacenaje ha disminuido porque las grandes cadenas de distribución entienden que en la actualidad, con un estancamiento en volumenes movidos y la tendencia a reducir stocks, están ya suficientemente dotadas salvo excepciones. Todo ello después de un periodo en el que se han ido activando muchas plataformas con el objetivo de centralizar los tráficos hacia las mismas.
Según confirman algunos portavoces del sector, nos encontramos pues en un momento en el que, ante el descenso de los presupuestos de inversión logística, hay que poner más énfasis en las ideas, en analizar qué fases de la cadena de suministro se pueden optimizar con los recursos actuales, en llevar a cabo lo que se denomina “reingeniería de procesos”. Y para lograrlo, se menciona como imprescindible que todas las partes que intervienen -distribuidores, fabricantes, y proveedores de transporte y logística-, colaboren entre ellas y compartan tareas e información, con el objetivo de una rentabilidad común.
Por otro lado, la tecnificación de los procesos sigue avanzando y la siguiente fase alcanza ya a su automatización, siendo Mercadona el pionero y el más avanzado en todo ello a través de sus nuevos bloques logísticos completamente mecanizados. Para otras compañías, una de las tareas logísticas cuya automatización está implementándose con mayor prioridad es la de preparación de pedidos. Planes en este sentido tienen, por ejemplo, Consum y Condis. Pero más ambicioso, por su amplitud, es el proyecto de automatización que está diseñando Eroski, que ha comenzado con su plataforma de San Agustín de Guadalix (Madrid) y seguirá con las de Elorrio (Vizcaya) y Zaragoza.
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